Eduardo Mendoza Seminario 07 – 10 – 2014
Con autoridades elegidas y pasada la fiebre electoral, pensemos fríamente en lo siguiente. Sin descuidar las obras debemos preocuparnos por el comportamiento de la población, lo que llamamos cultura de la gente. Pienso que es la causa principal de nuestra problemática. Inculquemos a ser precavidos, hombre precavido vale por dos. Por ejemplo, la inseguridad ciudadana es consecuencia de la delincuencia y ésta está avanzada y sofisticada. Es en lo que sobresale el Perú, aunque nos duela pero es nuestra triste realidad; aquí sí avanzó la innovación y tecnología, pero para el mal. La droga y el lavado de activos son causa y consecuencia del delito. Se sobreentiende que el delincuente se despersonaliza por el consumo del estupefaciente y el dinero mal habido que “blanquea”. De lo que se viene hablando hace tiempo pero la autoridad no actúa.
Para mí, este flagelo resultó un problema electorero, porque no es de competencia municipal ni regional, revisemos la ley. En fin, vamos a ver qué pasa ahora. Para combatir el delito necesitas del arma y los únicos que la pueden portar de acuerdo a ley son la policía y las fuerzas armadas. El gobierno regional y la municipalidad apoyan, colaboran, educan, culturizan a la gente. Porfiando qué haces tú por la seguridad ciudadana. La mayoría de los hechos lamentables son por falta de precaución, descuido y porque no decirlo, de irresponsabilidad de nosotros mismos. El atoro frecuente del alcantarillado es causado precisamente por usuarios irresponsables que arrojan basura. Ni que decir de los incendios.
Por qué madrugar para llegar a nuestras casas, exponiéndonos a transitar calles oscuras y solitarias. Practiquemos en cierta forma el “toque de queda”. Porqué tomar un taxi, una moto o un trimóvil, sin siquiera mirarle la cara al conductor, porqué caminar hablando por celular o con los audífonos en el oído, porqué portar mucho dinero sin la debida cautela. A esto llamamos “cultura” de la gente. Esto sí es una labor municipal y/o regional, que tiene que ver mucho con la prevención, cómo disminuir la delincuencia y automáticamente combatir la inseguridad ciudadana. El serenazgo y las cámaras de vigilancia son un valioso aporte.
¿Qué hacer? circuitos turísticos orientados de preferencia a la niñez y juventud. Ni que decir de las embajadas artísticos-culturales y competencias deportivas, de preferencia los fines de semana. El uso obligado de los paraderos y estacionamientos, no solo por el conductor sino también por los usuarios. Cuánto pueden ayudar los vecinos para cuidar los parques y jardines colaborando con el ornato de la ciudad, aprovechando el espíritu vecinal que tiene Piura, aunque otros no piensen lo mismo. El problema es que las autoridades se preocupan por las obras físicas en desmedro de las no físicas, y que se pueden hacer en forma simultánea y coordinada multisectorialmente.
Recuerdo que por el 2005 con el problema del cambio climático, salió una propaganda interesante que decía “El clima está cambiando, cambia tu también”, porque no retomarla con las recomendaciones de los especialistas. A comienzos de año comenté “cambiemos de actitud”.
Esta sugerencia es factible, no es costosa y mucho puede apoyar el sector empresarial. Aprovechemos la organización de la población, que ya no está en pañales. Estas actividades relacionadas al comportamiento poblacional muy bien las podrían desarrollar los jóvenes universitarios ¡Aprovechémoslos! Las nuevas autoridades tienen la palabra.